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Las manos artesanales en un rincón de la ciudad de Guayaquil

  • Foto del escritor: Voces Interculturales
    Voces Interculturales
  • 31 ago 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 5 sept 2018




En la actualidad uno de los lugares más visitados por turistas extranjeros y nacionales, es el mercado artesanal, ubicado en las calles Dr. Alfredo Baquerizo Moreno entre Loja y Juan Montalvo, se aprecia una gran variedad de accesorios entre ellos: prendas de vestir de lana, sombreros de paja toquilla, blusas bordadas a mano y un sin número de novedades para el hogar, también, cuadros de pinturas elaborados a mano, realizado por los mismos vendedores de cada local o comprado a pequeños artesanos locales e incluso de otras localidades.


Día a día llegan personas a comprar las novedosas artesanías que existe en cada uno de estos puntos comerciales, además, son reconocidos por su buena atención, la forma de vestir y esa alegría que incentivan a los clientes en el momento de acercarse a preguntar.



El 85% del personal que trabaja en este mercado son indígenas otavaleños y sienten orgullo de vestir su traje típico, hecho que llama mucho la atención de los turistas que visitan este lugar, los precios varían según el acabado que contenga, por ejemplo: los vestidos que son bordados a mano tienen un costo de 30 dólares americanos, los abrigos de alpaca en cambio llegan a costar hasta 40 dólares americanos. De acuerdo al modelo varían los precios, los sombreros de paja toquilla son los más costosos llegan a valores de hasta 100 dólares por la mano de obra y el acabado que es original.


Jennifer Guanalema vendedora de uno de los locales de vestimenta artesanal bordada, menciona que los meses de julio y octubre llegan a comprar más personas, además, recuerda que en diciembre venden el doble de lo que hacen en todo el periodo del año. Según nos comenta la vendedora se debe tomar en cuenta que los trabajos realizados también llegan de otros lados para dar a conocer la mano de obra de otros artistas que se ganan la vida y dedican su tiempo en bellezas tejidas a mano. Otro detalle curioso es que al estar comunicándose con los vendedores de este lugar la gran mayoría se desenvuelven con el idioma quechua cuando toca preguntar algo entre ellos, cabe resaltar que ningún extranjero a podido traducir el idioma en el que se comunican los vendedores aunque para ellos sería muy interesante que lo hicieran por el orgullo que sienten por sus orígenes .

Por otro lado Santiago Flores, vendedor de cuadros de pintura comenta que muchas personas llegan a comprar a su puesto de trabajo, ya sean por sus marcos o las lindas telas decoradas con paisajes, los modelos que exhibe son: modernos, novedosos y variados. Sus estanterías se ve con una surtida galería. Según nos comenta el comerciante en la actualidad su volumen de ventas a bajado por múltiples razones entre ellas porque sienten que a nivel país la economía esta sintiendo cambios que los afectan pues al no comerciar con productos de primera necesidad el consumo decrece. Entre las preferencias de las personas que se acercan a este punto de venta buscan obras que contenga a la naturaleza cómo mensaje de fondo o diseños que concuerden con las decoraciones de los espacios en los que se van a colocar y han dejado de lado las líneas que manejaban los artistas indigenistas como Oswaldo Guayasamin.


Con respecto a la ropa que se presenta en este mercado artesanal, las personas tienen por elección escoger la ropa que tienen bordados de muchos colores, flores o destellos, en algunos casos también llegan a preguntar los trajes típicos de los bailes tradicionales de la región interandina, tanto escuelas como grupos de danza se acercan a comprar porque también fabrican las famosas faldas plisadas y blusas cayambeñas originales e imitaciones de menor costo.

La mayoría de estos puestos rescatan la labor de las personas que pasan días y noches elaborando sus trabajos, en algunos casos se necesitan hasta semanas tejiendo sus creaciones, para mostrar, exhibir y vender. Esta labor generada desde los mercados artesanales es una fuente de impulso a la economía.



Jussetthy Olivares comenta que acude a comprar a este espacio, es para mantener la cultura, valorando el esfuerzo, paciencia, respetando el medio ambiente con productos de calidad y sobre todo para ayudar al sustento de estas personas, manteniendo el comercio en nuestro propio país e inclusive de la misma ciudad de Guayaquil.


Uno de los bellos detalles que deja como mensaje este punto artesanal, son los cómodos precios en todo el surtido que encuentras dentro de ello, incluso ahorra los viajes de ciertos ''clientes preferenciales'', que también llegan y adquieren al por mayor distribuyendo a otros sectores de la ciudad lo hermoso que hay dentro de este rincón artesanal.

No te pierdas las maravillas que la Perla del Pacífico tiene para ti, sobre todo, ayudas a rescatar las tradiciones y costumbres de los pueblos indígenas, remunerando el sacrificio de los comerciantes en este sector, donde encuentras diversidad de atuendos folklóricos y recuerdos artesanales.









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